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Toc-toc

Un niño es elegido rey y juzgará la habilidad de los niños para describir una situación que es agradable ante Dios. Si el rey los acepta, pueden entrar a su reino.

TEMAS:

Caminando con Dios, Siendo agradables ante Dios, Valores, Piedad

MATERIALES:

Tarjetas de índice
Canasta o caja de zapatos
Silla para el trono, Corona

DURACIÓN:

Aproximadamente 15 minutos

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LO QUE VA A HACER USTED:

Escriba las siguientes palabras en las tarjetas de índice, una palabra en cada tarjeta, y ponga las tarjetas en una caja de zapatos o en una canasta. Repita las palabras como sea necesario para tener suficientes para cada niño.

AMABILIDADAMISTOSOCOMPASIÓN
GENTILESAPACIENCIAPERDÓN
 
Escoja a un niño que sea rey (o reina). Haga que el rey se siente en una silla (su trono) en un lado del cuarto, y que el resto de los niños tomen una tarjeta de la canasta. Después, dígales que se formen enfrente del rey. El objetivo es que cada niño piense en una situación que describa lo que su palabra dice. Por ejemplo, si escogieron la palabra AMABILIDAD, el niño puede decir algo como: “Mi hermano menor quería jugar con mis juguetes, así que lo dejé usarlos. Esto es Amabilidad.” El rey juzgará si la situación verdaderamente describe la palabra amabilidad, y si sí, dejará que el niño entre a su reino.

LO QUE VA A DECIR USTED:

(Después de escoger al rey y tener el resto de los niños en una línea con sus tarjetas) Este rey es un rey muy sabio. El quiere asegurarse de que seamos agradables ante Dios antes de dejarnos entrar a su reino. Por eso el rey les dio a cada uno de ustedes una palabra. Debes mostrarle al rey que sí sabes lo que tu palabra significa. Por ejemplo, si tu palabra es CUIDAR, tu podrías darme un ejemplo como: “Mi abuela estaba enferma, así que le ayudé por medio de limpiar su casa.” Si el rey está de acuerdo que tú sí estabas cuidando a tu abuelita, él te dejará entrar a su reino. Si no está de acuerdo, escoje otra palabra de la canasta, ve al final de la línea e inténtalo de nuevo.

La obra empieza con cada uno de ustedes diciendo “toc-toc.” El rey preguntará: “¿Qué palabra tienes?” Después, cada uno de ustedes le dirá la palabra y después su ejemplo. Si el rey acepta tu ejemplo, Él dirá, “Por favor, entra a mi reino.” Si el rey no lo acepta, dirá: “Lo siento. Apártate de mí.”

El reino imaginario en este juego puede ser parecido al cielo, pero no lo es. No hay ninguna forma de entrar al cielo a nuestra propia cuenta, no por lo que sabemos o por lo que hacemos. Es así porque el cielo es un regalo gratis. Sólo si recibimos a Jesús en nuestros corazónes podemos recibir este regalo maravilloso.

Pero como niños, es importante saber cómo Dios quiere que actuémos y qué actitudes son el resultado de nuestra naturaleza de pecado. Sólo si sabemos la diferencia podemos reconocer todo el pecado en nuestra vida. Cuando admitimos que somos pecadores, empezamos a comprender la necesidad para la gracia y el perdón de Dios.