La búsqueda del cristiano- Parte 2 Los apóstoles
El segundo juego de la serie. Es diseñado para desafiar el conocimiento de los niños y para saber qué tanto saben de los apóstoles.
TEMAS:Apóstoles, Memorización MATERIALES:Biblia y una espada plástica DURACIÓN:15 minutos |
PREPARACIÓN:
Debo decirles, trabajadores de Cristo, que deben saber los nombres de los doce apóstoles, si es que los estudiantes quieren ser los caballeros. Van a mostrar cómo ser entrenadores de caballeros.
LO QUE VA A HACER USTED:
Todos los niños deben estar en un círculo grande. Dele la espada a cualquier niño. Luego usted va a decir un número entre 10 y 20. Van a pasar la espada a la derecha. Van a pasarla hasta que lleguen al número que usted escogió. El niño que tiene la espada debe decir el nombre de uno de los doce apóstoles. Luego va a decir otro número y con eso pueden continuar el juego. Sólo pueden decir el nombre de los apóstoles una vez (pero se puede usar el nombre Santiago dos veces). Si uno de los niños no dice un nombre de un apóstol, debe salir del juego y esperar hasta que terminen. Luego pueden jugar otra vez. Los niños que aún están en el círculo deben ser felicitados por saber los nombres de los doce apóstoles. Ellos están muy cercas en ser caballeros honorables en el ejército de Dios. Pueden seguir jugando si hay tiempo.
Empiece con la siguiente historia:
Hace algunos días, un par de jóvenes se preparaban para ser caballeros. Pensaban en cómo todos iban a aplaudir cuando entraran en la arena del rey, con sus caballos veloces y sus armaduras brillantes. Ya habían tenido bastante entrenamiento, pero su búsqueda apenas iba a empezar. Había mucho más que debían aprender. Ellos deben practicar, practicar y practicar un poco más. ¿Les ayudaría usar todos esfuerzos? ¿Podrían por fin ser caballeros honorables, listos para llevar a cabo la petición de su rey? Sólo con más juegos se podrá saber si ellos han obtenido las suficientes habilidades.
Nuestra búsqueda en ser un cristiano fuerte no termina con sólo aprender una cosa de Dios. Es un proceso de la vida. Debemos, como cristianos, afilar nuestras habilidades con oración y leyendo la Palabra de Dios. Sólo entonces sabremos cómo vivir para Cristo. Y sólo así sabremos cómo compartirlo con otros. Esto es la voluntad de nuestro Rey Celestial. ¡Así que deja que los juegos continúen!