Robot humano
Cuando oramos, Dios no quiere que seamos como un robot humano.
TEMAS:Actitudes, Honrar a Dios, Oración MATERIALES:Frasco con crema de cacahuate* DURACIÓN:Aproximádamente 10 minutos |
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LO QUE VA A HACER USTED:
Uno de los dos adultos será el robot humano. Dígales a los niños que en este ejercicio el robot tiene que hacer un sándwich de crema de cacahuate. El robot no puede hacer nada por si mismo. El robot debe recibir todas las instrucciones de los niños. Para tener éxito, los niños le deberán dar instrucciones específicas al robot.
Por ejemplo, un órden específico puede ser, "Robot, levanta y detén el frasco de crema de cacahuate con tu mano izquierda. Agarra la tapa del frasco con tu mano derecha y dale vuelta. Pon la tapa que está en tu mano derecha en la mesa. Levanta el cuchillo con tu mano derecha y mételo a la crema de cacahuate en el frasco de la crema de cacahuate."
Instrucciones como “Haz un sandwich de crema de cacahuate” no servirán en este ejercicio. El robot se verá confundido y alzará los hombros. Instruccionces como “Pon la crema de cacahuate en el pan” pueden causar que el robot ponga el frasco de la crema de cacahuate encima del pan. Si demasiados niños hablan al mismo tiempo, el robot se confundirá. El otro adulto les puede dar pistas a los niños. Deje que el robot humano le exagere en sus acciones, a los niños les encantará.
Después, explíqueles a los niños que Dios no quiere que nosotros seamos robots humanos. Cuando oramos, Él quiere que le oremos desde nuestro corazón y que le hablemos como si fuera nuestro padre, diciéndole todo. No debemos repetir siempre la misma oración que hemos escuchado, como un robot haría. Los robots pueden ser chistosos al principio, pero rápidamente se vuelven aburridos. Un robot sólo hace lo que se le dice, no te puede amar ni puede ser tu amigo.
*Asegúrese de que nadie tenga alergias de cacahuates. Si hay alguien así, puede sustituir jalea.