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En la feria

Sigan la aventura de una familia en un carnaval no tan ordinario

TEMAS:

Cristiandad, Vida eterna, Cielo, Reino de Dios, Salvación 

DURACIÓN:

Approximadamente 15 minutos

En un pueblo no muy grande llamado Aspen, había una feria que estaba situado pasando la última esquina. Parecia como si esta feria siempre había estado en existencia. El rumor era que el dueño era tan rico que todo ek pueblo era suyo. Aunque no saben porque, la gente pienza que el dueño vive en esa misma propiedad.

carnival

Y varios han dicho que lo han visto manejando hacia el pueblo en su limosina, y despues no lo ven por varios dias, o hasta semanas.

Siempre se pueden dar cuenta cuando regresa porque siempre hay una gran celebración. En la noche, la feria tiene tantas luces que todo el cielo esta alumbrado. En la distacia puedes ver las magnificas montañas rusas, y el sonido de gente feliz se oye hasta muy tarde.
 
Aunque la feria esta muy cerca de todos los residentes, la cosa mas extraña es que parece que nadie ha entrado. ¡Y aunque no lo creas, puedes encontrar anuncios en casi cada tienda en Aspen que dicen que la entrada a la feria es gratis!

Un día, una familia de un lugar lejano se mudo a este pueblito. Tenían a dos niños que iban a la escuela, un perro y un gato.

Buscaron por todas partes para encontrar un lugar donde vivir antes de decidirse que querian vivir en este pueblito. Su decisión fue hecha por el simple hecho de que la feria estaba muy cerca. ¡La familia penzó que sería muy bueno que los niños pudieran ir a una feria sin ir al otro lado del pais!

Los niños estaban muy emocionados. No podía esperar para que la escuela empezara, para conocer a nuevos amigos y para ir a la feria. Despues de algunos días para acomodarse, la familia salió para conocer a sus nuevos vecinos. Les dió gusto encontrar que todos sus vecinos eran muy amables. Despues, la familia fue a la tienda mas grande del pueblo.

Aunque la tienda era grande, todos los que entraban y salian se conocian. Todos los juguetes que estaban ahi debian haberles llamado la atención, pero la única cosa que en realidad les llamó la atención fue un papel viejo pegado en la pared de atras en el area de los juguetes. “ADMISIÓN GRATIS para cualquiera que quiera ir a la feria”, decia.

La familia encontró lo que estaba buscando y, mientras pagaban, conocieron al dueño de la tienda. “¿Que sabes dla feria?” le preguntó el papá.

“La feria, si. Sabes que es gratis para cualquiera persona que quiera entrar,” respondió el dueño. “La gente que ha entrado pienzan que es buenísimo. Pero la majoria de la gente que vive aqui, yo diría, nunca han visto lo de adentro. Solamente son forasteros, o gente que no es de aqui, que vienen a la feria.”

“Eso es raro, ¿porque pasa eso?” preguntó el papá, la respuesta del dueño no tenia sentido.

El dueño miró al techo, contemplando la pregunta, “No se.” Respondió finalmente. “Pero sabes que es aún mas raro, la feria ha estado aqui tanto tiempo que la gente del pueblo lo toman por concedido. Puedo contar en mis dedos el número de personas que yo sepa que hayan entrado. Pero eso fué hace años. Me acuerdo que cuando salieron, estaban muy felizes. Solamente hablaban de que tan maravilloso era adentro de la feria. Despues ellos...si, todos, como si por una fuerza invisible, se fueron del pueblo. Decian que tenían que decirle a toda la gente en otros lugares que deberían ir a la feria. Asi que, en realidad, toda la gente que viene a la feria son de otros pueblos. La mayoria de la gente que ha vivido aqui todas sus vidas no quieren ser molestados. Algunos pienzan que esa gente esta loca. Pero a mi no me importa todo eso. Talvez sea maravilloso ahi, talvez sea gratis, pero yo estoy cómodo aqui. Puedo divertirme y estoy feliz con mis cosas. Quien sabe, talvez algun día yo entre por un rato. Al final de cuenta, el carnival no queda muy lejos.”

Otro hombre que también estaba en la fila dijo, “Yo se a que te refieres. Si me preguntas a mi, yo pienzo que es raro. He visto al dueño. El es la única persona rica que yo conozco que te sonríe. Hasta se sabe mi nombre. Pero, no. A mi me da miedo. ¿Que pasa si tiene algo escondido que te va a atrapar? Y toda esta gente que visita este lugar, ¡están tan feliz que me da miedo!”
La familia le dió las gracias al dueño por haberles servido y todos se despiedieron. Despues la familia salió de la tienda, sorprendidos por lo que habían oido.

Un día, los niños estaban jugando con su perro en el jardín, mientras que el gato, que estaaba adentro de la casa, solo los veia. De alguna forma, el gato se salió de la casa y empezó a correr. El perro correteó al gato y los niños corrieron atras de los dos. Despues el gato se metió por una reja abiarta, y todos seguian corriendo y correteando y correteando y corriendo. De repente, los niños se detuvieron. Apenas se dieron cuenta de dónde estaban.

Con ojos grandes miraron a la derecha y a la izquierda, de la izquierda a la derecha, y de arriba pa’ bajo, con sus bocas abiertas. No se podían mover por el azombro. ¡Ahi, enfrente de ellos estaban el carrusel mas grande del mundo! Los caballos blancos brillaban con sus melenas doradas, y tenian alas. No eran igual que los caballos de un carrusel normal hechos de madera, estas eran reales, haciendo clip clop mientras daban vueltas, flotando, no, volando muy bajo. Todos iban al mismo tiempo debajo de algo que parecia un gran paraguas de muchos colores. Los caballos miraron a los niños, invitandolos, y sus ojos les decian que estaba bien. Detras del carrusel estaba una gran rueda que parecia como si estaba tocando el cielo, con los rayos hechos de plata. Mientras daba vueltas producía luces brillantes que parecian cuhetes, pero era de día y las luces no te dejaban ciego. ¡Simplemente era magnífico! Y pasando la rueda estaba algo que parecia un arco-iris chueco. “Eso es raro, mira, un arco-iris chueco”, dijo la niña mientras corria hacia el arco-iris, con su hermano siguiendola de cerca.

Mientras se acercaron, el arco-iris se hacia mas y mas ancho y cerca del piso. Se dieron cuenta que no era un arco-iris chueco. Era una montaña rusa que se sentaba en las nubes de diferentes tamaños y empezaba en el pizo justo en frente de ellos. Ya estaban por subirse cuando el niño vió que algo se movía, “Mira” gritó señalando a un leoncito. “Vamos a acariciarlo!” Mientras se le acercaban, varios diferentes animales salieron de todas partes. Parecia que andaban sueltos, sin que nadie los estubiera cuidando. Habian gallinas en todas partes y cabras que comían pasto y camellos que pasaban, como si estubieran en un viaje largo. Despues vieron cuando el elephante, jugando, les avento agua a los pájaros que volaban encima de el. Despues vieron a su gato. Estaba acostado junto a un gran león. El león lo estaba limpiando, como si fuera uno de sus leoncitos. Y junto al león estaba una oveja hablandole al león. “Escucha, la oveja le está hablando” dijo el niño. “SHH” Dijo la niña, sin moverse. “Talves si no nos movemos no se darán cuenta que estamos aqui. Vamos a hablarle a Gatito” La niña trató de hablarle al niño, pero el gato no la oyó. Ya estaban por darse por vencidos cuando...sentian que alguien estaba con ellos.

Cuando vieron detras de ellos, estaba un hombre que parecia un granjero, le estaba haciendo señas al gato. Imediatamente, el gato vino y brinco en los brasos del niño. Cuando vieron abajo, ahi estaba su perro, esperando pacientemente. “Lo sientimos mucho, no quisimos meternos sin su permiso, solamente veniamos detras de nuestros animales,” dijo la niña. Rápidamente, el granjero les explico que estaba bien que estubieran ahi, y ofreció que ellos se quedaran y jugaran y que se diviertieran. Pero el niño vaciló. “En realidad no te conocemos, y no entendemos donde estamos ni su significado. Nuestros padres necesitan saber donde estamos. Necesitamos su permiso.”

“Muy bien,” contestó el granjero, “estoy seguro que los veré de nuevo.”

Con eso, los niños se fueron a su casa, y les dijeron a sus papás. Al principio se preocuparon, pero despues de oir lo que habia pasado, ya no se preocuparon tanto. Al contrario, tuvieron mucha curiosidad. Si todo lo que habian oido era cierto, porque toda la gente del pueblo no sabian eso. Si esto en realidad era un lugar maravilloso, y sobre todo gratis, porque era que nadia queria averiguar. Penzaron y penzaron en eso por mucho tiempo. De ves en cuando, le preguntaban a sus niños si era un lugar tan maravilloso, si ¿en realidad era gratis? Pues, la única forma de averiguarlo era si ellos mismos fueran. Pero espera, penzaron, que pasa si hay algo que los compromete a algo. Talves pidan dinero, o pidan que trabjemos duro. De todas formas, los visitantes que venian y se iban, sienpre regresaban felices y siempre tenian una meta despues de cada visita. Todos querian decirle a otros sobre la feria, diciendo que tenia algo que nunca habian sentido antes.

Asi que, porfin, un día, la familia se fue a la feria. Los padre habian sentido por mucho timpo que les faltaba algo, y la unica forma de llenar ese espacio era ir y ver. “Podemos llevarnos al gatito y al perro,” dijo el niño, pero sus padres no estaban seguros. “Va a estar bien, y talves el león que hablaba esta extrañando a gatito” la niña les aseguro. Los padres penzaron que eso del león era absurdo, pero finalmente dijeron que estaba bien. Asi que, se fueron a la feria.

Cuando llegaron a la reja, los animales corrieron adentro y los niños corrieron detrás de ellos, pero los padres se quedaron quietos por unos momentos y tímidamete miraron para adentro. Estaban asustados y casi gritaban cuando se encontraro frente a un león. “Entren,” dijo el león mientras caminaba enfrente de ellos. Ellos lo siguieron, e igual como lo habian dicho los niños antes, estaban llenos de emociones y sentimientos que nunca habian sentido antes. Vieron cosas que no existian afuera de la reja. El carrusel con caballos vivos, una rueda que brillaba con cuetes, el arcoiris chueco, y oh, los animales, animales salvajes, actuando como si fueran mascotas. Miraron el piso pero no pudieron ver tierra en el piso. Al contrario, era como si habia un humo denso, pero no estaba humedo.

“Madre,” dijo la niña, “¿quieres fruta?” La madre fue a la niña, quien era seguida por su esposo quien se veia medio sorprendido. “Que es esto?” la madre pregunto cuando tomó una fruta. La fruta era del tamaño de su mano, se sentia como gel y no tenia color. No sabia si debia probarlo, “sabe como cualquier fruta que quieras que sepa.” Dijo el niño. La madre lo probó mientras penzaba en una manzana, y si supo como una manzana. Despues penzó en un plátano, y supo como un plátano.

“¡No puedo creer todo esto. Nos hemos estado perdiendo de todo esto todo este tiempo!” finalmente el esposo dijo. “Podemos vivir aqui, todos nosotros podemos quedarnos aqui.”

En ese instante llegó el granjero, y el esposo lo reconoció. Era el mismo señor que habia visto en la limosina que salia del pueblo de ves en cuando. “¿Te gusta aqui?” pregunto el granjeron en una voz que sonaba como si venia de un arrollo tranquilo. “Este lugar es para gente que creen que existe. Yo le he dicho a la gente del pueblo que es maravilloso aqui, pero deciden no creerlo. Otros que vinieron lo vieron y creyeron. Se quedaron por un tiempo, pero despues se dieron cuenta en sus corazones que necesitaban compartir lo que habia descubierto. No podian retener su gozo, asi que decidieron tomar el resto de sus vidas diciendole a otros sobre la feria, y diciendoles a todos que, sobre todo, es gratis. Ustedes pueden quedarse si quieren. De hecho, hoy va a haber otro gran celebración para todos los que vinieron.”

La familia se quedo un tiempo. Pero no paso mucho tiempo antes de que los padres decidieron. Le dirian a otros sobre la feria. Sus amigos, hermanos, hermanas, jefes del trabajo, y hasta la gente que no conocen deben saber sobre este lugar. Van a viajar lejos para decirle a todos de este gran gozo.

El reino de Dios es como la feria de nuestra historia. Es completamente gratis, pero aun hay mucha gente que no tiene ese gozo que viene por estar en la familia de Dios. Hay muchas excusas. Para algunos, es el sentimiento de que la vida va muy bien, porque cambiar. Sienten que no necesitan a Dios ahora. Pero talves nunca descubran que tan maravilloso va a ser el cielo, hasta que es demaciado tarde. Otros pienzan que demaciado tendra que ser sacrificiado para ser Cristiano. El precio es demaciado. Pero salvación no cuesta nada. Es un regalo gratis de Dios. Y todos los que reciben ese regalo gratis verán cosas como nunca antes. Sentiran una vida nueva en Cristo si temor mundana. Y los conoceras por sus frutos. El gozo de Cristo no puede ser guardado, debe ser compartido por el mundo.