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Suficiente grande para saber

Los niños usan colores y palabras para ayudarles a descubrir el cambio que hay cuando ellos saben de los pecados en sus vidas.

TEMAS:

Confiabilidad, Discernimiento, Pecado, Salvación

MATERIALES:

Páginas 1 [PDF] Haga clic aquí
Páginas 2 [PDF] Haga clic aquí
  cada niño. Nota: Deben ser imprimidas en color
Reloj grande con mano para segundos
Lápices

DURACIÓN:

Aproximadamente 12 minutos

verde

PREPARACIÓN

Antes de que empiece la clase, imprima o haga copias de ambas páginas para cada niño. Traiga un reloj grande con una mano para segundos para que todos en la clase puedan contar los segundos. Los niños también pueden usar un reloj de pulsera si lo tienen.   

LO QUE VA A HACER USTED:

Va a poner a los niños en pares. Luego deles a los niños una copia de la página 1 de la actividad y van a leer las instrucciones en la parte superior. Un niño de cada par va a usar el reloj para ver qué tan rápido su pareja puede nombrar los colores en orden. Luego el niño que tiene el reloj va a tener una oportunidad de nombrar los colores en orden. Recuérdales que deben poner sus nombres en la parte superior y deben escribir los segundos en la parte de abajo de la página.

Luego, deles a los niños una copia de la página 1 de la actividad y lea las instrucciones en la parte superior. Los niños luego van a tomar tiempo como lo hicieron anteriormente pero esta vez van a decir los colores en vez de la palabra.

Los niños van a ver inmediatamente cuánto tiempo tomó la segunda página. Va a comparar como ser suficientes grandes para leer las palabras era un estorbo o era más difícil y la comparación es que sabemos que tenemos pecado en nuestras vidas y eso es difícil en nuestra relación con Dios.

LO QUE VA A DECIR USTED:

Cuando éramos pequeños, no podíamos leer, pero sí podíamos nombrar los diferentes colores. Era muy fácil decirles a nuestros padres que algo era rojo, verde o amarillo. Nos divertíamos en decir los diferentes colores. Cuando éramos pequeños, no sabíamos mucho acerca del pecado. Sabíamos que hicimos algo malo, pero no sabíamos las consecuencias de nuestros pecados.

Es similar cuando estamos aprendiendo a leer. Después de que aprendemos a leer, las palabras significan mucho y luego son importantes. Con la segunda página, era más difícil decir el color porque la palabra que podemos leer era más difícil para leer.

Así es el pecado. Ahora que somos más grandes, sentimos que el pecado en nuestras vidas es más que haciendo algo malo. Empezamos a ver el pecado y sabemos lo que es: desobediencia hacia Dios. Vemos como nuestros pecados afectan nuestra relación con Dios.

El Apóstol Pedro nos da un mensaje fuerte: "Como hijos obedientes, no se amolden a los malos deseos que tenían antes, cuando vivían en la ignorancia." (1 Pedro 1: 14)